¡CHAU, FEINMANN! ¡CHAU!

¡CHAU, FEINMANN! ¡CHAU!

Eduardo Feinmann es un personaje ejemplar.

Tanto en sus espacios televisivos como en el radiofónico en La Red, del cual lo acaban de rajar, daba claras muestras de TODO LO QUE UN PERIODISTA NO DEBE HACER.

Es ejemplar ¿o no?

Perdonen que use la primera persona, pero esto lo quiero publicar como noticia destacada. Ya verán porqué.

Llevo más de 50 años (¡Casi ya 55!) en el periodismo. Mi primer profesor fue el jefe de redacción del diario en que comencé a trabajar. Si estuviese vivo no me permitiría mencionarlo porque siempre optó por el bajo perfil, pero hoy entiendo que mencionarlo es un homenaje. Se llamaba Miguel Oyhanarte (realmente era Juan Miguel, pero ahora me entero de que era Juan). Una de las primeras cosas que me enseñó fue que la objetividad no existe, pero que debemos luchar por ser, al menos, imparciales. El era un tipo de izquierda. Entre anarquista y socialista, medio comunista, pero jamás alteró el rumbo de una información para llevar agua a su molino. Lo he visto conversar con diputados, jueces, políticos de diversos partidos siempre con el mayor respeto recíproco.

“Secretario -siempre me decía así- el periodismo, más que una vocación, es un trabajo y una responsabilidad. Si algún día querés decir lo que se te antoja escribí un libro, pero en el periodismo uno trata de contar lo que ocurrió los más cercano a la verdad que puede un ser humano. Y si vas a opinar avisá que es tu opinión personal y tratá siempre de ser respetuoso”.

Siempre estuvo en contra de los condicionales, los potenciales y los infundios: “Si no podés decir pasó, ocurrió o según dijo fulano y te refugías en el habría pasado, pareciera ser que ocurrió o según trascendidos, algo anda mal. Eso no es serio”.

Miguel siempre fue para mí una FIGURA EJEMPLAR.

Volvamos a Feinmann.

Como defensor que soy del derecho a la libre expresión JAMÁS lo censuraría, pero dice tantos disparates y con tanta mala leche que la misma gente lo empezó a censurar girando el dial (o como se diga hoy día).

Feinmann es un tipo que confunde patriotismo con nacionalismo y lo convirerte en nazismo. Uno de esos para los que SU verdad es LA verdad y el resto son todos ignorantes, zurdos, drogones, fumones o negros de mierda.

Desde una soberbia altanera y una mirada frustrada de quien quiere mirar desde arriba del hombro y no puede porque para hacerlo necesitaría un banquito, se ha permitido insultar a persona e instituciones de una manera absolutamente desfachatada.

Lo rajaron de La Red. Es de esperarse que en cualquier momento se quede sin canal de TV. Quizás haga su propio canal digital y lo encuentren en Youtube o algo así. O no.

Cabe suponerse que podrá dedicarse a cualquier otra cosa ya que las operaciones que pareciera ser hacía normalmente se pagan y es probable que haya acumulado algunas monedas. Pero como no tengo pruebas ni estoy seguro no lo puedo afirmar.

Disculpame, Miguel. No puede evitarlo.

¡CHAU, FEINMANN! ¡CHAU!