POR QUÉ TOMAR GIN TONIC
Ahora que debemos cumplir con la cuarentena, suelen dar ganas de tomar un traguito de algo. Y cómo quién más quién menos andamos con la salud medio descuajeringada, no podemos andar tomando cualquier cosa.
Dicen que la reina madre inglesa solía pedir su bebida favorita diciendo: «A esta vieja reina le gustaría tomar un gintonic». Y no ligero, sino que, por el contrario, solía pedir que se lo prepararan con 9 partes de ginebra y una parte de tónica. Murió a los 102 años. Otro era Winston Churchill que solía decir «este combinado ha salvado más vidas que todos los médicos del imperio”.
A mediados del siglo XVII, el doctor Franciscus Sylvius buscaba un remedio que ayudara a limpiar las toxinas de la sangre, eliminar los cálculos biliares, curar los trastornos renales y prevenir los ataques de gota. Descubrió que el enebro, rico en potasio, lograba estos efectos. Y aunque nació en una farmacia, no tardaría mucho tiempo en ser servida en los bares, convirtiéndose en la bebida del momento.
Por su parte, la tónica también nació como medicamento, concretamente para bajar la fiebre, aliviar los dolores y como cura para la malaria.
No obstante, no fue hasta el siglo XIX cuando ambos medicamentos se unieron por primera vez.
Obviamente el gintonic, como cualquier otra bebida debe tomarse con moderación y, de esta forma, podemos obtener múltiples beneficios.
Es digestivo y alivia los dolores de estómago.
Previene las infecciones urinarias y favorece el funcionamiento de los riñones.
Es diurético y ayuda a eliminar líquidos.
Aporta menos calorías que otras bebidas alcohólicas.
Alivia el lumbago y las dolencias musculares.
Combate la tos, la gripe y el resfriado.
Alivia los dolores de la regla.
Es el remedio más eficaz contra la malaria y el escorbuto.
Mejora el carácter y despeja la mente.
¡SALUD!
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