28 Años del ATENTADO AMIA
1994 La sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (Amia) de la calle Pauster 633, en pleno corazón de Once, Buenos Aires, era demolida hace 28 años por un atentado terrorista que ocasionaba 85 muertos y más de 300 heridos, en un ataque que aún permanece impune.
A las 9.53 del lunes 18 de julio de 1994, una explosión sacudió el barrio con una onda expansiva que afectó a más de mil viviendas en seis cuadras a la redonda. El recuerdo del atentado que había sufrido la embajada de Israel, en marzo de 1992, aún estaba fresco en la memoria de los argentinos, que volvían a revivir con el ataque a la AMIA escenas de dolor, destrucción y muerte.
El atentado en la Amia, dedicada a promover el bienestar social de la comunidad judía en el país, la más numerosa de Latinoamérica, dejó 85 fallecidos y unos 300 heridos, entre ellos no solo miembros de la colectividad hebrea, sino también personas que trabajaban cerca de la mutua o paseaban por la calle.
Las tareas de rescate de los sobrevivientes y de los cuerpos atrapados entre los escombros duraron varios días y la sede de la institución desapareció por completo.
Poco después, el juez y los fiscales del caso establecieron que el ataque fue cometido con una camioneta “Trafic” y establecieron como responsables a la República Islámica de Irán y al partido libanés Hezbollah, con apoyo de una “conexión local”.
Sin embargo, el caso ha estado desde el origen lleno de irregularidades: en 2001 comenzó un juicio que concluyó en 2004 con la declaración de nulidad de toda la investigación y la absolución de los policías argentinos imputados, a quienes se había acusado de integrar esa “conexión local”.
Como consecuencia del fallo fueron destituidos el juez de la causa Amia, Juan José Galeano, y dos de los tres fiscales, José Barbaccia y Eamon Mullen.
Ese mismo año, el presidente Néstor Kirchner creó una fiscalía especial para el caso AMIA, conocida como UFI-AMIA, y designó para dirigir la misma al fiscal Alberto Nisman, el único de los tres fiscales no comprometido en el encubrimiento.
En 2006, la Justicia declaró prófugos a nueve ciudadanos iraníes, entre ellos el expresidente Hashemi Rafsanjani -fallecido en enero de 2017-, a quienes acusa de complicidad en el atentado. Pero ese país nunca colaboró para extraditarlos.
Por otra parte, en mayo de 2019 comenzó el tercer juicio contra Carlos Telleldín, acusado de ser partícipe necesario del atentado. En diciembre de 2020 fue absuelto en el juicio por la entrega de la Trafic usada como cochebomba. Contra dicha sentencia la UFI AMIA y una de las querellas interpusieron recurso de casación, lo cual actualmente se encuentra pendiente de resolución por parte de la Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal.
En la actualidad, “la justicia argentina considera que el ataque fue ideado y preparado por quienes por entonces ejercían el gobierno en la República Islámica de Irán, y ejecutado por la organización terrorista libanesa Hezbollah”, explica el informe sobre el estado de la investigación de la UFI-AMIA de julio de 2022.
La causa sostiene que la explosión fue ejecutada por la organización terrorista libanesa Hezbollah y que fue ideada y preparada por quienes por entonces ejercían el poder en la República Islámica de Irán.
Hay ocho pedidos de captura y la Justicia argentina sostiene que los funcionarios iraníes considerados responsables de decidir, planificar y ejecutar el ataque fueron:
Alí Akbar Hashemi Bahramaie Rafsanjani (a la época de los hechos presidente de la República Islámica de Irán),
Alí Fallahijan (por entonces Ministro de Información iraní), Alí Akbar Velayati (en aquel tiempo Ministro de Relaciones Exteriores de la nación persa)
Mohsen Rezai (por entonces a cargo del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria “Pasdaran”)
Ahmad Vahidi (en aquella época a cargo de la fuerza de elite “Al Quds” perteneciente a la Guardia Revolucionaria)
Mohsen Rabbani (al tiempo de los hechos Consejero Cultural de la Embajada iraní en nuestro país)
Ahmad Reza Asghari o Mohsen Randjbaran (en aquel entonces Tercer Secretario de la representación diplomática iraní en nuestro medio)
Hadi Soleimanpour (en aquella época Embajador de la República Islámica de Irán en Buenos Aires).
En la misma ocasión en que se ordenaron las capturas internacionales, la justicia declaró que el atentado contra la Amia constituye un crimen de lesa humanidad.
A la lista se sumó Imad Fayez Moughnieh, por aquel entonces a cargo del Servicio Exterior de la agrupación terrorista libanesa Hezbollah. Según informaron, Moughnieh ya falleció y por lo tanto se ordenó su respectivo sobreseimiento.
A su vez, hay un último sospechoso: Samuel Salman El Reda o Salman Raouf Salman, un miembro activo del Hezbollah que vivía en la Triple Frontera y estuvo en Buenos Aires en julio de 1994 cuando ocurrió el atentado. Se le adjudica haber transmitido información indispensable para la concreción del ataque y se cree que fue un nexo de los agentes internacionales que actuaron en territorio argentino.
"A pesar del paso del tiempo y la impunidad vigente en la causa, el reclamo debe seguir más vivo que nunca. A 28 años del peor ataque terrorista que sufrió el país, volveremos a estar presentes frente al lugar que se intentó destruir, para manifestarnos a favor de la paz, la justicia y la defensa de la vida", dijo Linetzky (Amos Linetzky actual presidente AMIA)
Finalmente se presentó un sitio web que reúne las fotos, los nombres y las historias en formato video, de las 85 personas asesinadas en el atentado, que puede visitarse ingresando en: http://85ausencias.amia.org.ar/
Lastimosamente aún no se resolvió el caso y lo muertos siguen sin tener su digno descanso y sobre todo justicia.
#VACUNATE
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