Día Internacional de la Madre Tierra

Día Internacional de la Madre Tierra

El Día Internacional de la Madre Tierra se celebra oficialmente desde el año 2009 con el objetivo de concienciar a la humanidad sobre los problemas generados por la superpoblación, la contaminación, la conservación de la biodiversidad y otras preocupaciones ambientales.

Realmente, el primer antecedente del Día de la Tierra se retrotrae a 1968 cuando el Servicio de Salud Pública de EEUU organizó el Simposio de Ecología Humana para que estudiantes de diversos lugares escucharan a científicos hablar sobre los efectos del deterioro ambiental en la salud humana.

Dos años después en 1970, el senador y activista ambiental Gaylord Nelson propone la creación de una agencia ambiental y se realiza una manifestación masiva a la que acuden más de dos mil universidades, decenas de miles de escuelas públicas y centenares de comunidades.

Esta presión social da sus resultados y el gobierno de los Estados Unidos creó la Agencia de Protección Ambiental y una serie de leyes destinadas a la protección del medio ambiente.

En 1972 se celebró la primera conferencia internacional sobre el medio ambiente. La Cumbre de la Tierra de Estocolmo, cuyo objetivo fue sensibilizar a los líderes mundiales sobre la magnitud de los problemas ambientales.

El cambio climático es una de las mayores amenazas que enfrenta la humanidad en el siglo XXI. A medida que los efectos devastadores del calentamiento global se hacen más evidentes, la necesidad de tomar medidas concretas y urgentes se vuelve cada vez más apremiante.

Sin embargo, en medio de los desafíos, también hay señales alentadoras de progreso en los esfuerzos por abordar el cambio climático. Te enumeramos los que consideramos más evidentes y en los que la humanidad tiene puestas todas sus esperanzas:

En los últimos años, hemos sido testigos de un aumento significativo en los compromisos internacionales para combatir el cambio climático. El Acuerdo de París, alcanzado en 2015, marcó un hito crucial en este sentido al comprometer a casi todos los países del mundo a tomar medidas para limitar el aumento de la temperatura global por debajo de los 2°C, con esfuerzos para mantenerlo en 1.5°C respecto a los niveles preindustriales.

Desde entonces, hemos visto cómo numerosos países han intensificado sus esfuerzos para cumplir con los objetivos establecidos en el Acuerdo de París. Muchos han establecido metas ambiciosas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), aumentar la proporción de energía renovable y mejorar la eficiencia energética en diversos sectores.

Una de las áreas donde se ha observado un progreso significativo es en el desarrollo y la adopción de energías renovables. La energía solar y la eólica, en particular, han experimentado un crecimiento explosivo en todo el mundo. Los avances tecnológicos han hecho que estas fuentes de energía sean más accesibles y económicas que nunca, lo que ha llevado a una expansión sin precedentes de la capacidad instalada de energía renovable en muchos países.

Además, cada vez más empresas y gobiernos están comprometidos con la transición hacia una economía baja en carbono. Grandes corporaciones han establecido objetivos de neutralidad de carbono, comprometiéndose a reducir o compensar completamente sus emisiones de carbono. Estas iniciativas no solo tienen un impacto directo en la reducción de las emisiones, sino que también envían una señal clara al mercado de que la sostenibilidad es una prioridad.

Es verdad que todavía enfrentamos importantes desafíos en nuestro camino hacia la sostenibilidad climática. La resistencia al cambio, los intereses económicos arraigados y la falta de coordinación internacional siguen siendo obstáculos importantes que debemos superar. Pero hay razones para el optimismo. Si podemos mantener nuestro impulso y trabajar juntos hacia un objetivo común, podemos construir un futuro más seguro y sostenible para las generaciones venideras.

La idea central de este día es reconocer que la tierra y sus ecosistemas son nuestro hogar, y que es necesario promover la armonía con la naturaleza y el desarrollo sostenido.