SOY MAESTRO…

SOY MAESTRO…

…y si bien, paradójicamente, ejercí más como tal fuera de mi país que en el mío, adhiero a este día con alegría y aprovecho a saludar a todos los amigos y familiares maestros (¡y maestras, claro, lo sabemos!).

También, muy paradójicamente, tuve la oportunidad de ejercer la docencia en el mismo país en el que muriera, un día como el de hoy del año 1888, a quien se recuerda como el gran maestro argentino.

Domingo F. Sarmiento fue y es -¡sin lugar a dudas!- objeto de innumerables opiniones adecuadas a innumerables puntos de vista, pero su aporte a la educación es innegable.

Hoy, el desafío es conjugar, ya no la pluma, sino los modernos recursos y la palabra para ayudar a la niñez -y la juventud- que sigue siendo el tormento de quienes soñamos con una sociedad basada en la educación para proyectarse a un futuro mejor, más solidario y con más oportunidades para todos.

MÁS EDUCACIÓN PARA ERRADICAR LA POBREZA, LA VIOLENCIA Y LA INJUSTICIA SOCIAL.

O.B